miércoles, 11 de noviembre de 2009

Desde el rincón: El maestro enseña. ¿También aprende?

Por Celia Rosado Romero.

Observarlos entretenidos frente a la pequeña pantalla de la laptop, fue sugestivo. Un joven y tres maestros atentos admirando, lo que es moda para la juventud, una red social, el facebook del aprendiz. Los maestros disparan las interrogantes: ¿qué es un facebook?, ¿para qué sirve?, ¿cómo inscribirse?, ¿quiénes son los que lo utilizan?

Dos mundos. Dos generaciones queriendo interactuar a través de la tecnología. Fascinante. La explicación sencilla, fluye sin mayor dificultad. Se invierten los papeles: el alumno convertido en maestro y el maestro convertido en alumno. Habrá que echarle la culpa a la tecnología.

Con parsimonia y con mirada de incredulidad, el propietario del facebook vierte la información.”Es como un catálogo de personas” sacándolos de duda. Lo cual no les dice nada, sus rostros los delatan. “Sí, ahí uno encuentra todo lo de una persona, basta poner en la línea de búsqueda el nombre y como arte de magia aparecen, primero los contactos y luego otras personas, con información de gustos, fotografías y videos, literalmente todo. También, sirve para buscar trabajo, ser contratados”. .

Fueron 30 minutos enriquecidos por el conocimiento del chico. Hipnotizados seguían preguntando. No había vergüenza en demostrar ignorancia. El primer paso se dio. Aprendieron. Desecharon la frase endilgada “están peleados con la tecnología” Cuándo el mozalbete sea sorprendo en clase inyectando información o imágenes en su facebook, sabrán que actitud asumir.

Las redes sociales forman parte de la vida de los chicos. En la facultad de Ciencias de la Comunicación un 90 % de la población, informa el joven, tienen además de e-mail, blog y facebook. Son utilizados, explica, para socializar, dar a conocer formas de pensar, intercambiar opiniones, denunciar inquietudes. La información circula por la red. Es el medio de comunicación.

Se han olvidado de verse cara a cara. Es más cómodo y rápido recurrir a la computadora. Basta pasear por los corredores de la institución para toparse con ellos. Si se carece de laptop, las computadoras del centro de cómputo, de la sala de multimedia o de televisión son suficientes, se recurren a ellas. Ya no hay marcha atrás. Los docentes tenemos que entenderlo.

Nace la inquietud. Es imperativa la apropiación de la tecnología. De un distractor se convierte en obligación, sí queremos romper barreras y seguir con el rol de maestro. El desafío es utilizar la tecnología para beneficio del maestro Dejar la subutilización. Lo imprescindible es brincar la barda que separa la frescura de lo innovado. Recordar que vivimos en la era del mass media. Nuevos paradigmas educativos basados en la tecnología- educativa, son el reto.

Las horas pérdidas, de los estudiantes, frente al monitor es el estímulo para darle buen uso. Pero, primero tenemos que aprender a explorar y explotar el recurso. La nueva realidad es valerse de ella, avivarse, diría otro maestro. No podemos desaparecer la presión que ejerce el estudiante que quiere aprender desde el paradigma de la tecnología, al surgir como un apoyo clave.

¿Sí los alumnos se enajenan por qué nosotros no? ¿Qué tan difícil puede ser? ¿Es por la edad? No lo creo. ¿Entonces por qué? ¿Habrá que afirmar que es un asunto insoslayable, imprescindible?

Volteo y fijo la mirada a los maestros, uno a uno, las edades son diversas. Su interés es manifiesto. No dudo, pronto tendrán su facebook o blog, pero seguramente con otro objetivo: el educativo. El futuro será: el 90%, o todos, de los maestros de la facultad se apropiaran de la tecnología como recomienda Begoña Gros.

Sin embargo, no dejo de pensar los riesgos que entraña ser adicta a la tecnología. La belleza que encierra una buena charla frente a frente,.Gozar de las expresiones verbales, No se pueden perder. Siempre será exquisita una nutritiva clase presencial. El viejo cuadro del maestro frente a un pizarrón como representación del proceso enseñanza-aprendizaje, sigue siendo fundamental, no debe morir.

El chico que ahora enseña a sus maestros puede ser el futuro docente de la facultad y le tocará innovar. Es la esperanza. ¿Será que me toque vivirlo? El tiempo lo dirá.

Por lo pronto, comparto con ustedes el siguiente párrafo de Marta Harnecker, investigadora chilena:

“Se está construyendo una universidad inserta en el pueblo; todo el sistema educacional tiene que estar relacionado con lo que Paulo Freire planteó; los docentes tienen que ser educadores populares, tienen que estar insertos en las realidades y las fuentes de la discusión y del aprendizaje deben partir de la realidad, no quiere decir que los libros no sean importantes ni la ciencia, pero tiene que haber una relación de respuesta al territorio, a la tradición, es decir, aterrizada”.