ADOLFO MOTA: EL REY DE CHOCOLATE

Por Antonio Alonso.

I.

Como bien se sabe, los procedimientos, trucos y tejemanejes de quienes aspiran a un puesto de elección popular van desde lo loable y honrado hasta lo deleznable e infame, llegando a plantear en su campaña promesas sin fundamento, sin sentido, para “taparle el ojo al macho”  y otras que se describirían como “faraónicas”.

Este es el caso de nuestro vecino y amigo Adolfo Mota Hernández, actual diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional en el distrito VIII de Veracruz. Ese señor de peinado bonito que, cuando se inauguró la plaza de Carlos Slim, Nuevo Veracruz, en diciembre de 2013, ignoró la solicitud de construcción de una escuela que le hacían vecinos de las colonias Las Amapolas y Nuevo Veracruz para poder convivir en paz con el empresario, tras lo cual éste último terminó atendiendo en persona a estos colonos; entre tantas otras anécdotas memorables.

II.

Hace dos años y una semana, el 21 de agosto de 2014, en Palma Sola, Veracruz, en el municipio de Alto Lucero, Adolfo Mota, entonces Secretario de Educación del Estado de  Veracruz, inauguró un Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECYT), en presencia del alcalde, Félix Manuel Domínguez Lagunes, y del Director General de CECYTEV, Fernando Arteaga Aponte.

El plantel, que entonces y ahora funciona en instalaciones prestadas por la agencia municipal y la asociación ganadera regional, ya se encontraba trabajando con su primera generación de 50 alumnos que, con mucho esfuerzo, egresará el año que viene. Tras hacer entrega de mobiliario y material didáctico, comentó que se habían inaugurado ya otros CECYTes y faltaba instituir varios más, como el de Nautla y el de Juchique de Ferrer, todos aprobados por la federación.

Lo memorable es el anuncio de que se aprobó un presupuesto de 20 millones de pesos para la construcción del edificio que albergará al plantel y sus estudiantes.

A 24 meses de aquellas felices noticias, las cosas están así: nadie sabe del presupuesto de 20 millones de pesos, nadie sabe si se ha comprado el terreno ni dónde se supone que se instalará el CECYT, Adolfo Mota no ha vuelto a pisar Palma Sola ni Fernando Arteaga Aponte ha dado noticias al respecto.

III.

Desde su trinchera, basándose en sus posibilidades como Secretario de Educación, Adolfo Mota trabajó el terreno y puso las cosas en su favor, pues era su trabajo rumbo a la candidatura por la diputación federal del distrito VIII, que abarca los municipios de Acatlán, Alto Lucero, Coacoatxintla, Colipa, Chiconquiaco, Jilotepec, Juchique de Ferrer, Landero y Coss, Miahuatlán, Naolinco, Nautla, Tenochtitlán, Tepetlán, Tlacolulan, Tonayán, Vega de Alatorre y Yecuatla, municipios a los que les prometió mobiliario, infraestructura y tecnología educativa, y nada.

A decir de la periodista Claudia Guerrero (agosto de 2014) en su columna Adolfo Mota empeña todo, hasta el nombre, “Este servidor público, quien utiliza la SEV para su beneficio personal, como son el otorgamiento de plazas magisteriales para él y sus familiares, excéntricos pagos como chef particular con cargo a la dependencia estatal y sin olvidar, la organización de cabalgatas realizadas extrañamente en municipios pertenecientes al distrito donde desea ser legislador federal… Y esos “pecaditos” pueden ser perdonados, pero no, que su ambición afecte la economía de Tecnológicos como el de Xalapa, Misantla, Martínez de la Torre, entre otros…”

IV.

Mientras, por un lado, metía mano a la caja chica, por el otro tenía un 30% de las escuelas de Veracruz sin energía eléctrica y muchas anécdotas divertidas que podemos leer en la columna de Luis Velázquez (agosto de 2014) La ficha negra de Mota; el pasado lo condena, historia de tropelías.

A finales del año pasado, llegó a circular la noticia  de que, probablemente, él sería el candidato a gobernador por el PRI, cosa que no sucedió. Y el día de ayer corrió información acerca de que él podría ser nombrado Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), a sugerencia de Emilio Gamboa Patrón y César Camacho Quiroz.

Al Presidente Peña Nieto le parece una buena idea, pero Mota aún es seguidor del duartismo, lo es tanto que también tiene su casa en Woodlands, en el número 2 de Crystal Canyon Place, un nido de amor con valor de 10 millones de pesos, cerca de sus cuates Harry Grappa, Arturo Bermúdez, Edgar Spinoso y Javier Duarte.

V.

Entre otras actividades políticas, preside la comisión de Población, es secretario en la comisión de Recursos Hidráulicos, es miembro de las comisiones de Cultura y Cinematografía, de Seguimiento a los procedimientos Electorales Locales del año 2016, de Educación Pública y Servicios Educativos, y de la Primera Comisión de Trabajo: Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia.

Además ha respaldado los delirios del gobernador Javier Duarte desde San Lázaro, pagó megasueldos a sus amigos (a quienes permitió saquear las dependencias de la SEV), permitió más de mil aviadores, regaló plazas, simuló reintegros a la Auditoría Superior de la Federación (como para decir que no invirtió dinero público donde no debía) y ha dejado olvidado al municipio de Coatepec, de donde es originario.

VI.

En la política tradicional jurásica mexicana, una de las formas de crecer es tener padrinos políticos, con los cuales apoyarse para poder tener un hueso o alguna posición en el partido, ganar experiencia para saltar a otro lugar y de ahí a otro, que se le conozca y que caiga en simpatía.

Los períodos de elecciones en México  son temporada de chapulines políticos, así se llama a los funcionarios que dejan su cargo para saltar a otro.

Pero también están las posiciones trofeo, las que se entregan como premio y hacen que el ciudadano diga frases como “¿y ese chango cómo llegó ahí?”. Un chapulín muy conocido es el titular de la CONADE, Alfredo Castillo.

Y no es malo que una persona, en este caso un funcionario público pretenda tener mayores responsabilidades, siempre que comprenda cuáles son sus capacidades pues, por ejemplo, la falta de conocimiento ha llevado a tomar muy malas decisiones para la nación; la clase política no es experta en todos los temas, y muchas veces no quiere escuchar segundas opiniones.

VII.

Bueno, basta recordar que si Noruega puede nombrar a un pingüino (Sir Nils Olav II, mascota del Rey de Noruega) como General de Brigada del ejército noruego, en México también podemos dar nombramientos a otro tipos de animales.