Por Antonio Alonso Rodríguez.
¿Estamos realmente preparados para un futuro atómico?
La mañana de un día común de 1976, Don Catalino Rivera, de entonces treinta y un años de edad, hizo su rutina. Salió de su casa para abrir su tienda en la planta baja del edificio más viejo de Palma Sola (aún pintado de verde), y esperó a su primer cliente del día.
Llegó el Ingeniero “Patalarga”, su vecino y más antiguo cliente; compra sus cigarros y se pone a platicar; la charla sería única comparada con anteriores.
-Catalino, te invito a
-Me la chingo, no hay otra cosa que hacer –contestó el otro.
Patalarga resultó muy “lengualarga”. Él fue el primero en acercar a alguien de Palma Sola con Laguna Verde. Era Superintendente de
Coches, autobuses, camionetas, camiones, burros y caballos fueron los utilizados por los invitados y arrimados a
“La queja fue: ni siquiera nos invitaron un ‘caldito’”; López Portillo llegó y así se fue, en su helicóptero.
La vida útil de los dos reactores ha terminado, Don Catalino dice “desde que los compraron ya eran obsoletos”. En 2010 se sumarán otros dos, comprados a General Electric por 800 millones de dólares, más 467 millones de euros por repotenciar los reactores viejos, a cargo de Grupo Iberdrola. Sin embargo, existe un ambiente de seguridad dudosa y potencial peligroso.
La construcción de
El campamento de Palma Sola era para los solteros, tenía hasta casino, clínica del IMSS, canchas deportivas, alberca, comedores, espacio para casas rodantes, estacionamiento, comedores, gimnasio y casas prefabricadas, hoy en abandono. Por otro lado, la compañía ICA en Playa los Muñecos, para los matrimonios, tenía hasta su propia escuela. Los trabajadores de confianza habitaban la zona de construcción. Y en el Farallón vivían los extranjeros, sus casas ya eran de concreto, tenían casino, hotel, restaurantes y una zona comercial, además de lo que los otros tenían.
“Frente a mi tienda se enfilaban los trabajadores de aquí”. Diariamente pasaba a Palma Sola el personal extranjero, lo que propició un fuerte enriquecimiento cultural. “Era un ‘hervidero’, nada más en el campamento de aquí había casi dos mil personas. Por
“Hubo quien se enriqueció, como el Ingeniero Viñero y el papá de Tito “El Grillo”, que atendían a más de mil personas diariamente cada uno; actualmente, Guille Grajales atiende el comedor más famoso de
Como mito local, se dice que, a pesar de los gruesos muros que contienen a los reactores están hechos con concreto y varillas especiales, a los obreros los aventaban a la mezcla para que la obra “aguantara más”.
De Laguna Verde se habla positiva y negativamente, pero no se descarta su apodo: Chernoverde.
En 1986, cuando Chernobyl, inician las protestas en contra de
“Durante un recorrido, un clásico ranchero hasta llevó su pistola, solamente le llamaron la atención. Resulta que los detectores de metal aún no funcionaban”. Es la anécdota que recuerda Don Catalino.
“Nos invitaron a comer al restaurante del casino del Farallón; nos reunimos todos los visitantes de ese día. Los meseros sirvieron la comida, pero algunas personas no saben usar los cubiertos, para eso algunos meseros rebanaron su comida para que la comieran con tortillas”.
Luego, entre el 10 y el 15 de junio de 1988, se organizó un bloqueo en la carretera federal trazada por Palma Sola, participaron hasta las Madres Antinucleares de Jalapa, perpetuando a la comunidad una mala relación con
Los manifestantes captaron tanta atención, que todas las fuerzas del Estado rodearon Palma Sola, suspendiendo la energía eléctrica en repetidas ocasiones
Don Catalino recuerda haber visto que, cada vez que un obrero de LV intentaba salir para trabajar, era insultado, golpeado y hasta apedreado.
Para los manifestantes, la escasez de alimentos no fue problema, se reunían en casa de alguien diferente cada día y hacían caldos.
La madrugada del 20 de junio la policía derriba los campamentos improvisados, una vez despejada la carretera se reanudó la circulación vehicular. Y el movimiento termina con los rezos de los civiles junto a
Desde el gobierno de Fernando Gutiérrez Barrios hasta el de Fidel Herrera Beltrán, la comunidad se mantiene pasiva de sus actos.
Sin embargo, se recuerda que, durante la visita de Dante Delgado, en las instalaciones de
La energía nuclear inicia una nueva era en México. Dará un nuevo giro en 2008, nuevos empleos, nuevas problemáticas, más gestiones, las mismas dudas, mayores inversiones.
El Plan Nuclear Mexicano se fija, no solo la creación de nuevas centrales, sino dar trabajo a estudiantes de carreras a fines.
El antinuclear “Ecologista Universal” está en cartelera, su expedición de
¿Chernoverde? (Ejemplo de Crónica)