sábado, 26 de enero de 2008

¿Chernoverde? (Ejemplo de Crónica)

Por Antonio Alonso Rodríguez.


¿Estamos realmente preparados para un futuro atómico? La Sociedad Nuclear Mexicana dice que sí, pero la población de Palma Sola dice que no, con sus treinta y un años de miedo e incertidumbre. Rafael Aguilar, antiguo agente municipal de la comunidad, decía “Si algo lega a pasar en Laguna, cuento hasta diez y salgo corriendo”.

La mañana de un día común de 1976, Don Catalino Rivera, de entonces treinta y un años de edad, hizo su rutina. Salió de su casa para abrir su tienda en la planta baja del edificio más viejo de Palma Sola (aún pintado de verde), y esperó a su primer cliente del día.

Llegó el Ingeniero “Patalarga”, su vecino y más antiguo cliente; compra sus cigarros y se pone a platicar; la charla sería única comparada con anteriores.

-Catalino, te invito a la Primera Piedra de Laguna Verde –dice Patalarga.

-Me la chingo, no hay otra cosa que hacer –contestó el otro.

Patalarga resultó muy “lengualarga”. Él fue el primero en acercar a alguien de Palma Sola con Laguna Verde. Era Superintendente de la Compañía Coconal, encargada de hacer el hoyo donde se ubicaría el Reactor 1, mismo que sería inaugurado por el entonces Director de la CFE José López Portillo.

Coches, autobuses, camionetas, camiones, burros y caballos fueron los utilizados por los invitados y arrimados a la Primera Piedra. El anuncio fue de cinco años de construcción, hechos 20, y de una inversión de cinco mil millones de pesos, que creció 20 veces más.

“La queja fue: ni siquiera nos invitaron un ‘caldito’”; López Portillo llegó y así se fue, en su helicóptero.

La vida útil de los dos reactores ha terminado, Don Catalino dice “desde que los compraron ya eran obsoletos”. En 2010 se sumarán otros dos, comprados a General Electric por 800 millones de dólares, más 467 millones de euros por repotenciar los reactores viejos, a cargo de Grupo Iberdrola. Sin embargo, existe un ambiente de seguridad dudosa y potencial peligroso.

La construcción de la Planta creó muchos empleos, de tal suerte que sus campamentos fueron de 15 mil personas, conformando una pequeña ciudad parecida al Cardel de hoy.

El campamento de Palma Sola era para los solteros, tenía hasta casino, clínica del IMSS, canchas deportivas, alberca, comedores, espacio para casas rodantes, estacionamiento, comedores, gimnasio y casas prefabricadas, hoy en abandono. Por otro lado, la compañía ICA en Playa los Muñecos, para los matrimonios, tenía hasta su propia escuela. Los trabajadores de confianza habitaban la zona de construcción. Y en el Farallón vivían los extranjeros, sus casas ya eran de concreto, tenían casino, hotel, restaurantes y una zona comercial, además de lo que los otros tenían.

“Frente a mi tienda se enfilaban los trabajadores de aquí”. Diariamente pasaba a Palma Sola el personal extranjero, lo que propició un fuerte enriquecimiento cultural. “Era un ‘hervidero’, nada más en el campamento de aquí había casi dos mil personas. Por la Planta ni pasar los sábados y domingos, eran los días de pago”.

“Hubo quien se enriqueció, como el Ingeniero Viñero y el papá de Tito “El Grillo”, que atendían a más de mil personas diariamente cada uno; actualmente, Guille Grajales atiende el comedor más famoso de la Planta”, asegura Don Catalino.

Como mito local, se dice que, a pesar de los gruesos muros que contienen a los reactores están hechos con concreto y varillas especiales, a los obreros los aventaban a la mezcla para que la obra “aguantara más”.

De Laguna Verde se habla positiva y negativamente, pero no se descarta su apodo: Chernoverde.

En 1986, cuando Chernobyl, inician las protestas en contra de la Planta Nuclear, por el temor a que explote. Entretanto, la empresa organizó visitas programadas diarias a sus instalaciones para los aledaños. Mandaron camiones de ida y vuelta, pasando por una comida de cortesía al Farallón.

“Durante un recorrido, un clásico ranchero hasta llevó su pistola, solamente le llamaron la atención. Resulta que los detectores de metal aún no funcionaban”. Es la anécdota que recuerda Don Catalino.

“Nos invitaron a comer al restaurante del casino del Farallón; nos reunimos todos los visitantes de ese día. Los meseros sirvieron la comida, pero algunas personas no saben usar los cubiertos, para eso algunos meseros rebanaron su comida para que la comieran con tortillas”.

Luego, entre el 10 y el 15 de junio de 1988, se organizó un bloqueo en la carretera federal trazada por Palma Sola, participaron hasta las Madres Antinucleares de Jalapa, perpetuando a la comunidad una mala relación con la Planta. El bloqueo duró varios días, “ningún auto, ambulancia o proveedor de alimentos podía pasar, ni dejaban salir a los pobladores mismos, pues ‘todos tienen que colaborar’”.

Los manifestantes captaron tanta atención, que todas las fuerzas del Estado rodearon Palma Sola, suspendiendo la energía eléctrica en repetidas ocasiones

Don Catalino recuerda haber visto que, cada vez que un obrero de LV intentaba salir para trabajar, era insultado, golpeado y hasta apedreado.

Para los manifestantes, la escasez de alimentos no fue problema, se reunían en casa de alguien diferente cada día y hacían caldos.

La madrugada del 20 de junio la policía derriba los campamentos improvisados, una vez despejada la carretera se reanudó la circulación vehicular. Y el movimiento termina con los rezos de los civiles junto a la Federal 180.

Desde el gobierno de Fernando Gutiérrez Barrios hasta el de Fidel Herrera Beltrán, la comunidad se mantiene pasiva de sus actos.

Sin embargo, se recuerda que, durante la visita de Dante Delgado, en las instalaciones de la Asociación Ganadera, le cayó un mango en la cabeza. “Hubo quien pensó que fue a propósito ó niños que jugaban sobre los árboles. Esto acumula resentimientos contra la alienable comunidad”, aclara Don Catalino.

La energía nuclear inicia una nueva era en México. Dará un nuevo giro en 2008, nuevos empleos, nuevas problemáticas, más gestiones, las mismas dudas, mayores inversiones.

El Plan Nuclear Mexicano se fija, no solo la creación de nuevas centrales, sino dar trabajo a estudiantes de carreras a fines.

El antinuclear “Ecologista Universal” está en cartelera, su expedición de 150 kilómetros ya tiene origen y destino, iniciará su propia lucha con una manifestación respaldada por inconformes y la Greenpeace.

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