sábado, 26 de enero de 2008

YO ROBOT

Por Antonio Alonso Rodríguez.


“Yo, Robot” es la primera obra del literato soviético-americano Isaac Asimov en ser publicada (1950), se trata de una serie de relatos que sigue una línea argumental que fundamenta las 3 Leyes de la Robótica (un robot no debe permitir que un humano sea dañado; un robot debe obedecer las ordenes que le da un humano mientras no dañen a éste; un robot debe conservar su propia existencia, mientras no atente con la primera ley).

El tercer capítulo, en el que me enfoco para hacer éste trabajo, recibe el nombre de Razón, y trata sobre una estación espacial que distribuye energía solar a los planetas habitados por los humanos.

QT-1, el robot en adiestramiento al que dejarían el mando de la estación para que los humanos no tengan que volver ahí, empieza a causar problemas al desarrollar capacidades lógicas preguntando su origen, siguiendo el precepto de que los humanos, por ser seres más débiles, no pudieron haberlo creado, solo lo pudo haber hecho un ser superior.

Powell y Donovan, los humanos a cargo de la estación, intentan que QT-1 conozca la verdad, a lo que el robot se niega contestando a todo “Dios así quiere que lo vean ustedes”, y concluyendo “La disolución de los humanos y su sustitución por los robots pronto llegaría”.

Precisamente cuando una tormenta se acercaba a la estación, todos los robots QT, subordinados de QT-1, se habían vuelto sus discípulos, llamándolo “Profeta” y rehusándose a seguir las órdenes de los humanos. Para poder adorar a su ídolo, que en este caso es el reactor y su templo el mismo cuarto, encierran a Powell y Donovan en un cuarto lejano de los tableros de mando de la nave. Los robots, aparentemente, habían quebrantado la segunda ley.

Con nadie en la cabina de mando y con la tormenta encima, los rayos que la estación transmite se desvían en dirección a la Tierra, con una potencia tal que puede incinerar todo lo viviente en su superficie y hacerla inhabitable.

Las consecuencias son rechazadas por QT-1, pues niega la existencia de cualquier cosa fuera de la estación, su mundo es limitado, todo lo demás es mitología. Pero, como la primera ley ordena a un robot evitar que un humano sea dañado, inconscientemente ajusta la estación a manera que los rayos que transmite a la tierra no vayan directos a ella, salvando así a la humanidad. Powell y Donovan notan que el robot sigue con su programación original.

Asimov, en éste capítulo, simula la ancestral batalla entre la ciencia y la religión, demostrando hasta la ceguera con que la teología sigue el camino en que cree. Powell y Donovan representan a la ciencia, QT-1 y los demás QT’s representan a la religión.

En primer lugar, tenemos que QT-1 es el robot más capaz de la estación, y también el jefe de los QT’s, ésta es la razón por la que los convirtió a todos en sus discípulos.

Segundo, ser el robot más capaz implica muchas cosas, incluso inteligencia y capacidad de raciocinio; haciendo uso de la lógica más simple determina que solamente un ser más fuerte que él lo pudo haber creado, relacionándolo con el reactor de la nave, ya que todos los robots se dedican a darle mantenimiento, lo que QT-1 interpreta como “adoración”.

Tercero, QT-1 solo conoce las cosas que ve tal y como son, por lo que niega la existencia de cualquier otra cosa.

Cuarto, una vez hecha la referencia a un “Dios”, y sabiendo que los humanos en el pasado lo adoraban, QT-1 determina que, por ser los robots una raza nueva y más poderosa, a ellos les corresponderá la tarea de dedicarse a esa deidad, dejando a los humanos sin más razones para seguir existiendo.

Quinto, para QT-1 todo se trata de un mandato divino, si el rayo ha de ser dirigido a la Tierra y tiene el potencial de eliminar a la humanidad, la humanidad será exterminada por que Dios así lo quiere, y los robots no interferirán con esos planes.

Dentro de la religión, las cosas son similares, no se cuestiona nada sino que se obedece ciegamente, y atribuyendo cualquier situación compleja de explicar a la gracia de Dios, como por qué existen los robots (Dios creó al tipo más bajo, los humanos, formados más fácilmente, luego fue reemplazándolos con robots, y finalmente me creó a mí [QT-1], para ocupar el lugar de los últimos humanos).

Desde una perspectiva científica, los terrícolas intentaron hacerle ver al robot lo contrario armando un robot ellos mismos pero, como QT-1 vio que solo estaban ensamblándolo, dio la interpretación de que las piezas no fueron creadas en la Tierra, sino que Dios se las había proporcionado.

Para el robot, los humanos se habían vuelto locos al saber que sus funciones habían expirado con la llegada de éste profeta, no necesitaba seguirles la corriente buscando interpretaciones inútilmente científicas si bien podía hacerlo mediante el uso de la “inflexible razón”.

Por el lado de Powell y Donovan, las capacidades de autocontrol con que el robot sería confiable para mantener la nave, se habían salido de si línea, permitiéndole usar su autosuficiencia para razonar de la manera en que lo hace.

Y para realinear a QT-1, los humanos hacen todo tipo de malabares que el robot, con su lógica, califica de inútiles intentos para probar lo que no es.

La lucha se da por que la obediencia se desproporciona, se dirige al reactor en vez de hacerlo hacia los humanos.

En la película francesa “El Tren de la Vida”, en que los judíos juegan varios papeles para poder escapar de los alemanes nazis durante la Segunda Guerra Mundial (unos disfrazados de soldados alemanes, otros convertidos en comunistas y los demás como judíos falsamente deportados), todos pelean por que se mete a Dios en una de sus disputas, uno de los personajes pregunta “¿Qué importa si Dios existe o no, se han preguntado si existe el hombre?”, y él mismo contesta que es hermoso ver al hombre creado a imagen y semejanza de Dios, pero ¿Quién escribió esa frase?, no fue Dios, sino el hombre sin modestia comparándose a Él. Puede que Dios haya creado al hombre, pero es éste último quien creó a Dios solo para inventarse a sí mismo; el hombre escribió la Biblia por miedo a ser olvidado, sin importarle Dios.

Haciendo la relación, QT-1 ha creado de la nada a su propio creador solo para crearse a sí mismo, después de rechazar la idea de que fueron los humanos sus originales creadores.

¿A quién responder, a la orden científica o a la teológica? En la película que anteriormente menciono, no se puede ser nazi ni comunista ni judío a la vez; pero en este caso es realmente difícil, pues uno puede o no ser científico y creer en Dios como los astronautas, o ser religioso y practicar la ciencia como un “abogado del diablo”.

Ambas áreas usan la razón para su propio beneficio, una lo hace para encontrar la manera de hacer que las cosas sean posibles, la otra lo hace para hacer posible lo imposible. Por ejemplo, ¿cómo se creó el universo? Según la ciencia, por una explosión que duró millones de años, mas otros millones en diversos procesos. Según la religión, por una obra que duró 6 días en terminarse.

Otro ejemplo es el origen del hombre y las especies, a lo que los científicos responden diciendo que se trata de un proceso de constante evolución, ó por células traídas por un asteroide desde un lejano punto en el universo; y los religiosos responden que todo ha sido siempre igual desde el origen, a partir de Adán y Eva.

Mientras que la religión ve que la ciencia produce espadas de doble filo, como la energía nuclear, los métodos anticonceptivos, descubrimientos en el espacio, la ciencia ve en la religión incongruencias como ésta: si las relaciones entre hermanos ó entre padres e hijos es un proceso negativo, antagónico de la palabra de Dios, ¿cómo es que Adán y Eva tuvieron nietos si eran los únicos humanos en la Tierra?

Logro ver que Yo, Robot es una obra que refleja la realidad del hombre, tan solo el título ya nos dice algo; un robot es algo que vive regido por lo que nosotros hacemos y depende de cómo lo usemos para poder funcionar, igual sucede con el hombre; el hombre en la Tierra siempre ha vivido enajenado, alienado a algo, ya sea el ideal de el más fuerte de su grupo, una religión ó intereses económicos.

El ser humano no puede continuar funcionando si no cree en algo, siempre se fija un objetivo y no descansa hasta verlo cumplido; así, la ciencia se debe a la búsqueda del bienestar común, la religión se debe a dar una salida rápida, el ateísmo se debe a decir que no se cree en ninguna deidad.

Y mientras la película que mencioné tenga razón al decir que el hombre debe su existencia a sí mismo, el hombre puede profesar cualquier palabra mientras ésta le convenza; por ejemplo, las tendencias marxistas iniciaron cuando Marx, de joven, vio a su padre renunciar al judaísmo y unirse a otra religión, por lo que él debió pensar ¿por qué es tan fácil cambiar de religión? ¿Qué más da si creo en una cosa o en otra? Igual debe ser si no creo en ningún Dios (Alienación religiosa).

Y así concluyo, si cada quien cree en lo que quiere, ¿Qué le importa en qué esté creyendo el otro? Todo siempre y cuando la sociedad no se salga de su eje. ¿Podemos vivir sin la ciencia o sin la religión? De todos modos, una y otra, usan la razón (en diferentes sentidos) para crear sus postulados, pero…

…¿Quién tiene la razón?

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